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Una mala traducción puede tener consecuencias negativas, pero cuando ese error se produce en un diagnóstico o un informe médico los resultados pueden ser nefastos. La incorrecta interpretación de un idioma es más grave cuando se cree conocerlo porque la aparición de ‘false friends’ puede dar lugares a situaciones graves o, en el mejor de los casos, hilarantes.

Un ‘false friend’ (la traducción, ‘falso amigo’, no se suele utilizar) es una palabra que suena similar a otra en un idioma, pero con un significado muy distinto. Cuando se estudia inglés en el colegio es muy habitual que se dedique un apartado a desgranar estas expresiones que pueden dar lugar a error. Algunas de las más mencionadas son el uso de ‘embarrased’ (avergonzado) por embarazada (pregnant), ‘avocado’ (aguacate) en lugar de abogado (lawyer), ‘argument’ (discusión) por argumento de una serie o película (plot) o ‘to advice’ (aconsejar) por avisar (to warm).

Sin embargo, conocer este listado de expresiones no es suficiente si tenemos algún problema de salud en el extranjero y necesitamos hacer entender a los profesionales médicos qué nos ocurre exactamente. Lo mismo sucede en las traducciones médicas hechas en un país con un idioma diferente. Y el riesgo no sólo está presente cuando cambiamos a otro país. Un médico que comparta nuestro idioma también puede confundirse con los ‘falsos amigos’ y equivocar completamente un diagnóstico.

En el caso de los facultativos, la mejor solución sería un reciclaje continuo y un estudio exhaustivo del lenguaje técnico que deben utilizar para evitar errores. Pero si se quiere tener seguridad en una traducción médica la única garantía de éxito es contar con los servicios de traductores profesionales que hagan un trabajo impecable.

Ejemplos de ‘false friends’ en medicina

Recopilar los ‘false friends’ en medicina de todos los idiomas con respecto al español es una tarea ardua. Pero, para aquellos que sólo necesiten una pequeña guía de expresiones con el fin de no caer en su trampa, la publicación ‘Traducción y lenguaje en medicina’, de Fernando A. Navarro, ofrece algunas recomendaciones muy interesantes basadas en textos médicos y en la lengua hablada.

  • Los constipados y las gripes pueden provocarnos un grave problema, tanto con médicos angloparlantes como francófonos. ‘Constipated’, en inglés, y ‘constipé’, en francés, no anuncian una crisis de malestar y estornudos, sino que indican que alguien está estreñido. De la misma manera, ‘gripe’ significa retortijón o cólico y no lo que en inglés denominan ‘flu’. Una claro ejemplo de que hay que tener mucho cuidado con hacer traducciones a la ligera.
  • Si hemos sufrido una intoxicación, tendremos que hablar de ‘food poisoning’, ya que si alguien afirma estar ‘intoxicated’ el médico dará por hecho que ha bebido en exceso.
  • Hay que tener en cuenta además que no estar sano no es lo mismo que ‘insane’, que significa no estar muy bien de la cabeza.
  • Si se oye mencionar la palabra ‘casualty’, se debe tener claro que debe traducirse como víctima y que no tiene nada que ver con las casualidades.
  • Que un médico hable de ‘piles’ no está para nada relacionado con lo que parece más evidentes (‘batteries’), sino que está diagnosticando unas molestas almorranas.
  • En el caso de que mencione alguna ‘injury’ hay que saber que es una herida o lesión y no una injuria.
  • Estar molesto no es, ni mucho menos, estar ‘molested’, que significa haber sido agredido, en muchos casos sexualmente.
  • Las partes del cuerpo también pueden dar lugar a error. En inglés, ‘bucca’ es mejilla y no boca (mouth). En un país francófono, debemos tener mucho cuidado al especificar la zona de una lesión, ya que ‘épaule’ es hombro y para denominar a la espalda se usa la palabra ‘dos’.

Una vez atendidos y subsanados los problemas de salud, hay que tener claro que para abandonar el centro médico hay que seguir el cartel de ‘exit’, aunque nos recuerde a una palabra española que nada tiene que ver con la salida.

Y si queremos tener garantías de que una enfermedad no se pueda complicar por sacarla de contexto, recomendamos acudir a un intérprete o a un traductor profesional con la experiencia suficiente en lenguaje médico.